Cuando un ser querido fallece, además del proceso emocional, surgen preguntas legales y prácticas. Una de las más comunes es: ¿cómo se hace el reparto de dinero de una cuenta corriente heredada? La gestión de este proceso puede parecer complicada, pero con la información adecuada, podrás afrontarlo de manera más sencilla.

 

¿Qué ocurre con una cuenta corriente al fallecer el titular?

Cuando una persona fallece, todas sus cuentas bancarias, incluidas las corrientes, quedan bloqueadas automáticamente por el banco en cuanto este recibe el certificado de defunción. Esto se hace para proteger los fondos y evitar movimientos indebidos hasta que se determine quiénes son los herederos legítimos.

Una vez que se conocen a los herederos, estos deben realizar los trámites necesarios para acceder al dinero y repartirlo según lo estipulado en el testamento o, en ausencia de este, de acuerdo con la ley.

 

Documentos imprescindibles para el reparto de una cuenta corriente heredada

Antes de proceder con la distribución, es necesario reunir una serie de documentos esenciales. Estos son los más comunes:

  • Certificado de defunción: Es el documento que confirma oficialmente el fallecimiento del titular.
  • Certificado de últimas voluntades: Permite saber si el fallecido dejó un testamento y, en caso afirmativo, dónde está registrado.
  • Testamento (si existe): Determina cómo se repartirán los bienes, incluido el dinero de las cuentas.
  • Declaración de herederos (si no hay testamento): Identifica a las personas con derecho a heredar según la ley.
  • Certificado bancario del saldo: Muestra el dinero disponible en la cuenta a la fecha del fallecimiento.
  • Impuesto de Sucesiones: Una vez pagado, debes presentar el justificante al banco.

 

¿Cómo se realiza el reparto de dinero?

Acceso al banco

Una vez entregados todos los documentos anteriores, el banco verificará que todo está en orden. Es posible que cada heredero tenga que abrir una cuenta personal para recibir su parte del dinero.

Reparto según el testamento

Si existe un testamento, el reparto se realiza de acuerdo con los deseos del fallecido. Por ejemplo, si especificó que el dinero debe dividirse en partes iguales entre los hijos, el banco gestionará la transferencia de acuerdo con estas instrucciones.

Reparto según la ley (sin testamento)

En caso de no haber testamento, se aplican las normas de sucesión intestada. Generalmente, el dinero se reparte en partes iguales entre los herederos legítimos, como cónyuge, hijos o padres del fallecido.

Posibles acuerdos entre herederos

Si los herederos están de acuerdo, pueden optar por una distribución diferente, siempre que se refleje en un documento firmado por todas las partes.

 

Factores que complican el reparto de herencias

En algunos casos, el reparto del dinero puede complicarse. Estos son algunos de los factores más comunes:

  • Conflictos entre herederos: Si no hay acuerdo sobre la distribución, puede ser necesario recurrir a un abogado o incluso a los tribunales.
  • Cuentas conjuntas: Si la cuenta era compartida con otro titular, es importante determinar qué parte pertenece al fallecido y cuál al otro titular.
  • Deudas del fallecido: Antes de repartir el dinero, deben saldarse las deudas pendientes, ya que estas se pagan con los bienes de la herencia.

 

Consejos prácticos para una gestión eficiente

  • Consulta con un abogado especializado: Un profesional te guiará en cada paso y te ayudará a resolver cualquier conflicto que surja.
  • Sé transparente con los demás herederos: La comunicación abierta reduce los malentendidos y facilita el proceso.
  • Respeta los plazos legales: Algunos trámites, como el pago del Impuesto de Sucesiones, tienen plazos que debes cumplir para evitar sanciones.
  • Guarda copias de todos los documentos: Tener toda la documentación organizada será clave en caso de discrepancias.

El reparto del dinero en una cuenta corriente heredada puede parecer un desafío, pero con la información adecuada y los documentos necesarios, el proceso se simplifica. Asegúrate de seguir los pasos legales, mantener una comunicación abierta con los demás herederos y, si es necesario, busca asesoramiento profesional.

Recuerda que este proceso no solo implica cuestiones económicas, sino también emocionales. Tener paciencia y actuar con empatía será clave para resolver cualquier problema que pueda surgir.