Antes o después, a todas las personas nos conviene familiarizarnos con el seguro de decesos, cuya contratación se encuentra cada vez más extendida en nuestro país: más de 20 millones de españoles lo tienen. Ahora bien, ¿conoces sus características y qué aspectos debes tomar en consideración al elegirlo?
En este artículo te vamos a aclarar una cuestión capital: qué similitudes y diferencias existen entre la prima natural y la prima nivelada…

¿Cuál es la diferencia entre la prima natural y la nivelada?

Quien tiene contratado un seguro de decesos, cuando llega el momento nunca deseado, tiene la seguridad de que podrá acudir a una excelente funeraria en Albacete sin tener que soportar todos sus gastos.

En la mayoría de los seguros de decesos existe la posibilidad de firmar una prima natural o nivelada. Las primas son el importe anual (sea en un pago único o en varios) que abonarás para disfrutar los servicios asegurados definidos. Pero ¿conoces cómo es cada una? Lo descubrimos juntos.

Prima natural

Se llama así a aquel importe que se revisa año tras año antes de la renovación de tu póliza. En los seguros de decesos, suele ir incrementándose poco a poco a la par que las posibilidades de fallecimiento van aumentando.

Consecuentemente, al principio es más económica, pero te irá saliendo más cara conforme vayan pasando los años.

Prima nivelada

Como contrapartida, esta modalidad de pago establece un coste permanente durante toda la vida de la póliza. Tiene la ventaja de que no varía, lo que se traduce en un descenso considerable conforme van pasando los años y, si estos son muchos, la cuota final resulta razonablemente baja.

¿Qué prima te interesa?

Ninguna de las dos es mejor, ni peor, en términos absolutos. Es necesario contextualizar la decisión y tener en cuenta aspectos como la edad, el estado de salud, la economía familiar y el estilo inversor del contratante.

En general, la prima nivelada es preferible cuando se tiene el dinero necesario, la economía familiar es estable o alta y no supone ningún problema contar con el importe inicial en ese primer instante. Si las previsiones económicas familiares son buenas, te convendrá apostar por esta forma de pago que, con el tiempo, irás amortizando. Así conseguirás una mayor estabilidad y te evitarás las subidas continuas y las sorpresas periódicas.

Sin embargo, cuando la economía no es boyante o consideras este servicio como importante pero no imprescindible, te puede interesar tener la flexibilidad de pagar menos al principio y decidir después si sigues queriendo o no su contratación. En tal caso, elige prima natural.

Tenlo claro: un seguro de decesos siempre termina ahorrándote dinero, trabajo y esfuerzo. Ahora que sabes qué diferentes primas existen, acertarás al contratarlo según tus circunstancias.

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