La solidaridad nos hace más felices a nosotros y a los demás
La solidaridad es más que hacer algo por otros; supone incorporar hábitos a tu estilo de vida que lo conviertan en más saludable y feliz. Porque ser solidario hace bien a tu salud física y emocional, te contamos cómo empezar a cambiar tu día a día ayudando a los demás que, en definitiva, es un modo de ayudarse a uno mismo.

Ser solidario aporta felicidad a tu vida cotidiana
Poner en práctica la solidaridad proporciona múltiples beneficios a tu salud y genera, además, una sensación de bienestar emocional muy parecida a la felicidad. Algunas de las ventajas de ser solidario son:
• Hacer algo por los demás te descentra de tu ego y te permite estar atento a la necesidad de quienes te rodean.
• Te hace sentir parte del cambio que deseas ver en el mundo.
• Fortalece la autoestima y ayuda a desarrollar la empatía (capacidad para «ponerse en los zapatos del otro»).
• Te ayuda a vivir más intensamente.
• Brindar apoyo social refuerza tu pertenencia y el lazo que te une a la sociedad civil de la que formas parte.
Ideas para incorporar la solidaridad a tu estilo de vida
No hace falta ser un personaje famoso o millonario para ayudar a otros y disfrutar de la satisfacción que provoca aportar el propio granito de arena a la reforma de nuestra realidad cotidiana. Tampoco es preciso participar de proezas o campañas nacionales o internacionales. Los grandes cambios comienzan por casa y tú puedes hacer mucho desde tu lugar.
• Ayuda a difundir en tus redes sociales los eventos solidarios que se llevarán a cabo en tu ciudad, de modo de colaborar con la convocatoria.
• Asóciate a alguna ONG o asociación que brinde ayuda en el barrio, en el país o más allá de las fronteras. Ser solidario es lo que importa.
• Dedica tiempo a personas ancianas u hospitalizadas (conversar con un adulto mayor, leer un cuento a un niño enfermo o visitar a alguien que hace meses permanece ingresado).
• Acoger perritos o gatos abandonados o ayudar a buscarles un hogar responsable.
• Donar sangre y plaquetas.
• Dar la ropa, los muebles y electrodomésticos que ya no usas a tiendas benéficas.
• Donar los órganos propios o de familiares fallecidos.
• Sumar tu firma virtual para colaborar con causas humanitarias.
En Funeraria Albacete, por ejemplo, nos sentimos orgullosos del convenio firmado recientemente con el fin de agilizar la donación de cuerpos y tejidos con fines docentes y de investigación a la facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Ahora que conoces todos los beneficios que puede añadir la solidaridad a tu vida, incorpórala a tus buenos hábitos y contágiala a los tuyos. Te sentirás mejor persona y estarás contribuyendo a dejar un mundo mejor a las próximas generaciones.